«Estábamos un poco preocupados acerca de los niños. Los loros lanzaron improperios en contra de los Reyes Magos y a favor de Papa Noel», han asegurado desde la dirección.
El zoobotánico de Jerez de la Frontera ha decidido retirar de la vista del público a dos ejemplares de loro porque proferían insultos y palabras malsonantes a los visitantes.
Las aves fueron prestadas de otro zoo y siguiendo los procedimientos, antes de juntarlos con el resto de animales los mantuvieron en cuarentena en una estancia aislada. Pero pronto descubrieron que las nuevas adquisiciones tenían algo en común: su habilidad para soltar improperios.
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No ayudó a disuadir a los animales el que los empleados bromeasen y les rieran las gracias a los loros, según el responsable del centro. «Siempre hemos aceptado que los loros a veces usan un lenguaje un poco picante, y nos hemos acostumbrado a eso, pero, por pura casualidad, acogimos dos la misma semana y, al estar todos en la misma cuarentena, la habitación se nos llenó de pájaros malhablados».
«Cuanto más insultaban, más se reía uno, y eso los motivaba a seguir diciendo palabrotas», señala el responsable, que reconoce que los pájaros han hecho de las suyas con varios visitantes, y que en especial se cebaron con una joven, aunque asegura que nadie se les ha quejado.
«Se pusieron furiosos y empezaron a soltar palabrotas. Estábamos un poco preocupados acerca de los niños. Los loros lanzaron improperios en contra los Reyes Magos y a favor de Papa Noel, cuando no están autorizados para emitir tal juicio», han asegurado desde la dirección del zoo jerezano.
Ahora, los loros han sido puestos en una estancia alejada del público. «La intención es que, esperemos, aprendan de los otros loros que están a su alrededor». El siguiente paso será soltarlos en zonas donde estén separados para que, si siguen soltando palabrotas, no resuenen tanto como cuando se juntaban los cinco.
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