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Hayan la primera evidencia directa del uso en Europa de drogas hace casi 3.000 años gracias a un mechón de pelo, parte de un ritual funerario y que fue escondido en la cueva de Es Càrritx (Menorca) en una época en la que la sociedad de la Edad de Bronce estaba cambiando.
Atropina, escopolamina y efedrina procedentes de plantas son las sustancias alucinógenas que un grupo de investigadores españoles y chilenos detectaron en ese mechón.
El estudio, encabezado por Elisa Guerra de la Universidad de Valladolid y que publica este jueves ‘Scientific Reports’, apunta que esas drogas podrían haberse utilizado como parte de ceremonias rituales.